En este camino como “expat”, no siempre ha sido sencillo mantener el ánimo y la motivación. Las tareas y obligaciones de adaptación en ocasiones parecen interminables: aprender un nuevo idioma, explorar opciones laborales, crear nuevas redes sociales y de apoyo, procesos burocráticos, etc., además de reencontrarme a mí misma de nuevo lidiando con el shock cultural y reajustando mis expectativas a la nueva realidad.

Con el paso del tiempo me percaté de que no existía un servicio que me pudiera brindar el apoyo y la contención emocional que requería en su momento, y que englobara tanto la comprensión de mi contexto actual, como de mis antecedentes culturales y a su vez los retos que esta nueva vida implica.

Por ende:

Mi misión es brindar coaching y guía desde mi práctica profesional en el área de salud mental pero también desde mi experiencia como mujer migrante. Es decir, brindar un servicio con empatía y ética, en tu lengua materna y por lo tanto tu idioma emocional, ya sea que te encuentres en alguna etapa del duelo migratorio o requieras asistencia y acompañamiento con respecto a otros aspectos de la esfera personal o laboral en tu nuevo país de acogida.